sábado, 6 de julio de 2013

La Silla en el Primer Festival Interamericano 1966



 Afiche del Festival de Cine,
creado por Antonio Maldonado.

"Presentamos en este festival muy pocos ejemplos del cine experimental o de avant garde, pero debe recordarse que los productores de este tipo de cintas desarrollan y exploran nuevas técnicas, que a menudo son usadas después por los productores de cine comercial. Una de las más notables películas experimentales que habrá de presentarse en la cinta dominicana LA SILLA, un ensayo o indagación existencialista sobre el significado de la identidad dominicana. Utilizando un único actor, una silla, algunas fotografías de Trujillo y unas pocas piezas de utilería, esta película de largo metraje explora la angustia de un joven dominicano que bajo el régimen de Trujillo se enfrenta a mentiras, tortura y muerte. Los objetos vienen a ser símbolos de la realidad histórica de la dictadura y, a la vez, de los conflictos psicológicos del joven, enfrentado primero con la tiranía y luego con la libertad. La intensidad emocional nunca decae a pesar de lo limitado del elenco y de la falta de escenografía. Con un mínimo de objetos, bajo una excelente dirección e igual actuación, la película crea, mediante su técnica experimental, una realidad que es tal vez más impresionante que lo que sería con una ordinaria documentación social."

Texto crítico incluído en el programa del Festival de Cine Documental, realizado dentro del marco del Primer Festival Interamericano, entre el 27 de marzo y el 6 de abril de 1966 en el teatro Cortés, de San Juan, Puerto Rico.

creado por Lorenzo Homar.




La Silla en la revista SDQ


SILENCIO, SE RUEDA
Un año de cine en medio de la ignominia
A los cines nacionales llegaban las películas que, en ocasiones, perduraban en pantalla el tiempo suficiente para casi, casi, aprenderse los diálogos.

{Por Pablo Ferrer | Fotos fuente externa y Archivo General de la Nación | Edición 0005}

En 1965, República Dominicana vivió en carne propia el argumento de una mala película bélica, con tintes de intriga y ropajes de opereta. Una invasión, hablando claro: una intromisión ilegítima de Estados Unidos en la soberanía de un país que intentaba levantar el vuelo después de tres décadas de feroz tiranía. El final feliz, que lo hubo (a medias) llegó tarde, con la salida de las tropas invasoras al grito recuperado de ‘váyanse verdes’. Andaba pues el pueblo más necesitado que nunca de sana evasión y el cine, desde siempre, ha sido mágico a la hora de sacar a la gente de la cruda realidad durante dos horas.



Los cines Santomé e Independencia durante 1965
(...)



El ejemplo de Franklin Domínguez
¿Y Dominicana? Acababa de despertar al cine de hechuras modernas dos años atrás, gracias a Franklin Domínguez y "La silla" (1963), protagonizada por Camilo Carrau. Como recuerda Félix Manuel Lora en su libro "Encuadre de una identidad audiovisual", en los treinta años de trujillato solamente se realizaron documentales del país con la exaltación del tirano, sus obras y sus parientes.
“La película –recuerda Lora- va relatando los hechos históricos que marcaron la dictadura trujillista. El actor se enfrenta a una secuencia de escenas diversas que abarcan desde el contenido filosófico de su escena, hasta aquellas desesperantes de la silla eléctrica y las cámaras de torturas de la tiranía. El elemento de la silla juega un papel importante en la película, puesto que es fotografiada desde numerosos ángulos y condiciones luminotécnicas, y con gran ajuste al desarrollo del argumento. Así esta silla se convierte en las barras de una cárcel, en un púlpito, en un juez o en un fantasma. La silla alcanza, dentro de sus propias condiciones, reacciones humanas”.

Después de "La silla" volvería el vacío –no es casual la coincidencia con los doce años de Balaguer- con honrosas excepciones, sobre todo en el campo documental, con Max Pou, paradigma de la técnica y la profesionalidad del gremio en esa época. Su trabajo junto a Eduardo Palmer "El esfuerzo de un pueblo" (1968) es digno de mención, como su documental turístico "Carnaval", en 1969.

 Fuente: Revista SDQ

Franklin Domínguez y su película La Silla

Raúl Pérez Peña (Bacho)
columnapancarta@yahoo.com

Mañana viernes en el Fórum Pedro Mir de la Librería Cuesta, es la conferencia del dramaturgo, realizador y actor Franklin Domínguez con una exposición sobre la película La Silla, protagonizada por el fallecido actor y creador puertoplateño Camilo Carrau.

Convocada para las 6:30 PM, en la conferencia se mostrará el guión de La Silla, que hace de Franklin Domínguez el pionero en película de largo metraje en nuestro país.

Conjuntamente con el maestro italiano (+) Adriano de la Rosa, Domínguez es también pionero en la autoría de la primera ópera completa dominicana titulada “Anacaona”.

Igualmente, Domínguez es pionero como creador de la primera comedia musical dominicana: “Solano”. Con música de Rafael Solano, la obra se presentó a casa llena durante 14 noches consecutivas en el Teatro Nacional.

En el escenario se mostrará la misma silla utilizada en el rodaje de la obra y parte de la crítica especializada de la prensa en el país, Puerto Rico y Estados Unidos.

En el 1er. Festival Interamericano de Arte, (1966, San Juan, Puerto Rico), se califica a La Silla como “un ensayo o indagación existencialista sobre el signifi cado de la identidad dominicana. Utilizando un único actor, una silla, algunas fotografías de Trujillo y unas pocas piezas de utilería, esta película de largo metraje explora la angustia de un joven dominicano que bajo el régimen de Trujillo se enfrenta a mentiras, torturas y muerte”.

Se publicó que “con un mínimo de objetos, bajo una excelente dirección e igual actuación, la película crea, mediante su técnica experimental, una realidad que es tal vez más impresionante que lo que sería con una ordinaria documentación social”.

Ese único actor de La Silla es Camilo Carrau, pionero en la actuación del género del largo metraje en el arte cinematográfico.

Además de actor de cine y teatro, Carrau fue creativo publicitario y excepcional dibujante, autor de una célebre carpeta de plumillas sobre las casas victorianas de Puerto Plata. (La carpeta puede verse en la Sociedad Cultural Renovación). Carrau es uno de los 21 creadores culturales de la exposición a gran tamaño del primer Festivacho Cultural, en cuyo programa fi gura la conferencia de Franklin Domínguez mañana viernes, a prima noche, en la Librería Cuesta.

Fuente:Columna "Pancarta", Listin Diario.

jueves, 27 de junio de 2013

La Silla en la revista ¡Ahora!

domingo, junio 13, 2010

La Primera Pelicula Dominicana...

Muchos de nuestra generación creemos o vimos el nacimiento del cine dominicano partiendo de la pelicula Nueba Yol de Angel Muñiz y Luisito Martí, pero la realidad es que anteriormente hubo multiples intentos y ensayos en la cinematografia dominicana. Peliculas como "Un Pasaje de Ida" de los 80´s o más antiguas como "La Silla" a inicio de los 60´s no dan un marco de referencia de como verdaderamente fueron los primeros pasos en este segmento de las artes en el que aun estamos en fase de desarrollo como lo es "La Industria del Cine en Republica Dominicana".

Tirando paginas pa´la izquierda y buscando referencias en reseñas bibliograficas de cuando "cuca bailaba" me he topado con una historica publicacion en un segmento especial de la Revista Ahora del año 1963 en su edición No. 25 del 30 de Enero, en la cual habla sobre la pelicula "La Silla" como primer largometraje de produccion, direccion y actuacion puramente dominicana y con una particularidad muy interesante porque en ella solo trabaja 1 solo actor, el sr. Camilo Carrau.

A continuación coloco en varias imagenes el articulo completo publicado en la revista unos dias antes de estrenar en las salas de cine de aquella epoca... Vealas en el mismo orden en que se presentan...check it out:







FUENTE: Pipiota Blog



LA SILLA por Félix Manuel Lora


Después de cuatro décadas de las aventuras de Palau es que se vuelve a identificar otro intento por producir un producto fílmico dominicano. La tiranía dejada atrás cortó todo intento de un proceso de hacer cine en República Dominicana. La falta de preparación técnica y los problemas de financiamiento, redujo toda iniciativa para lograr ciertos objetivos concretos dentro del área.Cuando Franklin Domínguez llegó a Nueva York en 1961 se reunió accidentalmente con su antiguo compañero del teatro de Bellas Artes, Camilo Carrau.


A Carrau le interesó escribir un libreto para el cine y filmarlo con el camarógrafo Clark Jonson. Ninguno de los tres había tenido experiencia antes en una producción de largo- metraje. Carrau había actuado en la 20th Century Fox en aspectos relacionados con el cine y aprovechó su trabajo allí. Jonson, por otra parte, trabajaba en un estudio de comerciales.


Domíguez escribió un libreto que trataría el problema puertorriqueño en Nueva York. Se titulaba "Extraño en su propio mundo". El costo de la producción los hizo desistir. Domínguez, entonces, a fin de no dejar caer el proyecto, sugirió filmar su monólogo teatral "¿Quienes son mis jueces?". La idea entusiasmó a los demás. Se decidió cambiar el título de la pieza y así surgió el primer guión de "La silla". Después de una serie de problemas económicos que amenazaron el rodaje de este filme, la cinta fue terminada y decidida a lanzarse a la vista del público dominicano.


El estreno de la película estaba anunciado en el principal teatro de la capital, pero lamentablemente los empleados de cine se encontraban en huelga y, no obstante los arduos empeños de los productores, no pudieron estrenar en la fecha señalada. A fin de imponerse a los obstáculos decidieron estrenar en Santiago y finalmente el 26 de enero de 1963, "La silla" tuvo su primera exhibición pública. En el proyecto solo actuaron Franklin Domínguez, Camilo Carrau y Clark Jonson.

"La silla" trata un asunto dominicano pero mundialmente conocido: el régimen dictatorial de Rafael Leonidas Trujillo, que gobernó esta pequeña isla del caribe durante 31 años.

El filme cuenta con un solo actor, Camilo Carrau, y a través de este carácter la película va relatando los hechos históricos que marcaron la dictadura trujillista. El actor se enfrenta a una secuencia de escenas diversas que abarcan desde el contenido filosófico de su escena, hasta aquellas desesperantes de la silla eléctrica y las cámaras de torturas de la tiranía.

La silla juega un papel importante en la película, puesto que es fotografiada desde numerosos ángulos y condiciones luminotécnicas y con gran ajuste al desarrollo del argumento. Así esta silla se convierte en las barras de una cárcel, en un púlpito, en un juez o en un fantasma. La silla alcanza, dentro de sus propias condiciones, reacciones humanas.

"La silla" plantea el problema de la juventud dominicana bajo el régimen de Trujillo. Es la historia de un joven a quien se acusa de haber traicionado a sus compañeros mientras estuvieron en la cárcel, acusados de formar un "complot" para asesinar al dictador. En su auto-defensa él expone lo fácil que es pasar del estado de héroe a traidor. Considerando que la mayoría del pueblo cooperó, en cierto modo, con Trujillo, durante sus 32 años de gobierno, él se pregunta quién puede levantar su mano contra él.

Lo lamentable es que este filme se ha convertido en un símbolo casi perdido, con pocas posibilidades de rescate, puesto que la única copia existente está en muy mal estado y que posiblemente quede entre los recuerdos de nuestra irregular filmografía dominicana.



FÉLIX MANUEL LORA 
FUENTE: Cinema Dominicano

Obra casi completa

Cine

  • La Silla, primera película dominicana de largometraje, género drama. Filmada en la ciudad de Nueva York, fue estrenada en Santiago de los Caballeros (República Dominicana) el 23 de enero de 1963, con afluencia record de público a tres tandas; película insigne de las noches culturales de la Zona Constitucionalista durante la Revolución de Abril de 1965; Aclamada por la crítica y el público en el Festival de Cine documental del Primer Festival Interamericano, en San Juan, Puerto Rico en 1966.

    Inéditas:
  • Ella y el pescador, (guión cinematográfico)
  • Filoctetes, (guión cinematográfico)
  • Souvenir 203, (guión cinematográfico)
  • Festival de voces, (guión cinematográfico)
  • Aire y mar, (guión cinematográfico acerca de la Revolución de Abril)
  • Contra la corriente (guión cinematográfico)
  • Los carpinteros (guión cinematográfico)

Teatro

  • Extraño juicio.
  • Espigas maduras.
  • Cuando los héroes quedaron solos
  • Se busca un hombre honesto
  • Campaña electoral
  • Se busca un hombre deshonesto
  • Colón, agua y apagón
  • Solano  (primera comedia musical dominicana)
  • El primer voluntario de junio, (Premio Unico de la Fundación Héroes de Constanza, Maimón y Estero Hondo)
  • Canción de abril, drama patriótico.
  • Juego de ajedrez.
  • Tambores y castañuelas, drama, mística, canto y danza.
  • Drogas.
  • Los borrachos.
  • Omar y los demás. (Obra ganadora del Premio Nacional de Teatro de la Secretaría de Estado de Educación y Cultura y también del Premio Internacional de Teatro Diego Fabri, en Palermo, Italia, en 1983).
  • Duarte entre los niños, obra teatral infantil.
  • Duarte: Fundador de una república, (Obra teatral más significativa de Franklin Domínguez en su aspecto de montaje y producción, 1976).

Obras escritas

  • Éxodo, (drama bíblico)
  • Cuando juega el amor,(melodrama)
  • Mi esposa espera un niño, (comedia)
  • Dos en la soledad, (drama de tipo filosófico)
  • El punto final,(ensayo de teatro sin texto)
  • Hombres y relojes, (comedia)
  • Habitación para mujeres, (drama que se desarrolla en Texas)
  • Un amigo desconocido nos aguarda,(drama)
  • El tercero ausente, (monólogo doble, experimental)
  • El caso Andrés Rivera, (drama policíaco)
  • La farsa de los campesinos infieles (comedia folklórica en verso)
  • El hombre frente al espejo, (drama con influencia hindú)
  • Alberto y Ercilla, (comedia astracán)
  • Extraño juicio, (drama de denuncia social)
  • Tertulia de fantasma, (comedia)
  • El vuelo de la paloma, (drama, luego convertido en musical) (Obra Premiada)
  • La niña que quería ser princesa, (teatro infantil. Obra Premiada)
  • El último instante, (monólogo, traducido a varios idiomas, incluyendo el chino, adaptada al cine por el Indio Fernández)
  • La broma del senador, (comedia que inició el Teatro de la UASD, ganadora de dos premios en Bélgica, en 1965 y en 1980)
  • Habitación 203, (comedia de estudiantes, se desarrolla en Texas)
  • Anacaona, (ópera dominicana con música del maestro italiano Adriano La Rosa)
  • Espegas maduras, (drama en contra de la tiranía de Trujillo)
  • La cena de las solteronas, (comedia ganadora de un Premio Casandra en 1998)
  • La espera, (drama que inauguró un teatro de Stephens College en Columbia Missouri, en 1974 y que tuvo estreno mundial en el Theatre Royal Du Gymnase, en Bélgica, en 1964)
  • Antigona–humor, (sátira humorística basada en tema griego)
  • La llamada, (monólogo para una actriz)
  • Sexo y aburrimiento, (monólogo para un actor, presentada en todo el país y en festivales de Honduras, El Salvador, New York)
  • Cuando los héroes quedaron solos, (drama estrenado en 1975 acerca de los últimos días del trujillato)
  • Juego de canasta, (comedia de crítica social)
  • El secretario trujillista que lleva el 30 de mayo en el bolsillo, (una tragicomedia acerca del servilismo en la Era de Trujillo)
  • La pensión de mamá Nonó, (comedia musical)
  • Se busca un hombre honesto, (sátira política acerca del golpe de estado a Juan Bosch)
  • Tribunal de confiscaciones, (sátira política acerca de la devolución de los bienes a los trujillistas)
  • Campaña electoral, (sátira política continuación de Se busca un hombre honesto)
  • La bandera, (un canto a la bandera dominicana y contra las intervenciones de otras fuerzas políticas)
  • El encuentro, (obra poética, traducida al chino)
  • Lisistrada odia la política, (comedia inspirada en un tema griego, premiada por la Secretaría de Educación)
  • La silla, (drama teatral llevado al cine. Primera película dominicana de largo metraje)
  • Los actores, (drama, representado con gran éxito en Panamá)
  • Omar y los demás, (dos veces ganadora de premios en el país y en el extranjero. Premiada en Palermo, Italia, en 1983)
  • Duarte: Fundador de una república, (acerca de la vida intensa del Padre de la Patria, Juan Pablo Duarte, representada a nivel nacional e Internacional)
  • Farsa de las dos que quedaron para vestir santos, (experimento teatral al estilo del teatro Kyogen de Japón)
  • Proceso a un hombre loco, (tragicomedia de crítica social)
  • Mi tia loca Jamona, (comedia que tiene record de público en todas sus presentaciones) (Éxito en el Teatro Repertorio de New York)
  • Que buena amiga es mi suegra, (comedia que fue un éxito en el país y en el Teatro Repertorio de New York)
  • Canción de abril, (drama acerca de la Revolución de 1965)
  • Los borrachos, (tragicomedia ganadora de Premio de la Secretaría de Educación y éxito en el Teatro Letea de New York, en Puerto Rico y Venezuela
  • Aniba de busca de la bondad, (teatro infantil, ganadora del Premio de la Secretaría de Educación)
  • Los papás no hacen milagros, (teatro infantil, Premiada por el Banco Condal con otra de sus obras)
  • Las aventuras de Chachala y Pelon, (obra infantil, seleccionada para un homenaje a Pedro Henríquez Ureña en el Teatro Nacional)
  • Tu también morirás, (drama bíblico)
  • La teleraña del poder, (tragedia de un hombre en el poder)
  • Hola navidad, (comedia musical navideña)
  • El extraño amor de Cora, (drama esotérico sobre el tema espírita)
  • La hora del regreso, (drama campesino Premiada por la Secretaría de Agricultura y la Secretaría de Educación)
  • Solano, (primera comedia musical dominicana basada en la música de Rafael Solano)
  • Drogas (voz de alerta contra las drogas. Premio de la Secretaría de Educación)
  • Juego de ajedrez, (drama sobre el problema dominico–haitiano, representado en Cuba, Aruba, México con gran éxito)
  • Las extrañas presencias, (drama de tipo espiritual, acerca del más allá, ganador del Premio Anual de Teatro de la Secretaría de Educación)
  • Tambores y castañuelas, (drama acerca del tema de la identidad dominicana, representado en múltiples festivales internacionales, en Mónaco, México (en dos ocasiones), Cuba, Aruba, Bélgica y Holanda
  • Por latinoamerica en 80 minutos, (comedia musical ganadora en Texas del Premio Newman Club)
  • Psiquiatra en infidelidades,(comedia)
  • Una chica en alquiler, (comedia con canciones)
  • Duarte etre los niños, (obra de teatro infantil, acerca de Duarte y sus trinitarios, para ser representada por niños. Montada en cuatro ocasiones diferentes, en años diferentes, por el Colegio Santa Teresita, en el Teatro Nacional y en Bellas Artes y en el interior del país)
  • A mi manera, (alta comedia, musical)
  • Bailamos ese tango, (drama con toques musicales, ganadora del Premio Anual de Teatro de la Secretaría de Educación)

Libretos de radio

  • El embajador que engañó a su presidente
  • Los que no caben en el avión
  • El veneno de la mentira
  • Los genocidas de San Isidro
  • La serie de Charlas con el pueblo
  • El patriótico editorial Un día más, dominicanos
  • El grito de Capotillo (guión radiofónico de una duración de tres horas).  

Algunos premios y reconocimientos

Obras premiadas a nivel nacional e internacional

  • El primer voluntario de junio, (Premio Unico de la Fundación Constanza, Maimón y Estero Hondo, acerca de la invasión contra Trujillo)
  • La niña que quería ser princesa, (Primer Premio Teatro Infantil, Primer Premio del Ateneo Dominicano)
  • Duarte entre los niños, (Primer Premio del Certamen Infantil del Banco Condal y Premio El Gran Dorado)
  • Los papás no hacen milagros, (Mención Honorífica del mismo Certamen del Banco Condal)
  • Drogas, (Premio de la Secretaría de Estado de Educación)
  • Los borrachos, (Premio de la Secretaría de Educación)
  • Lisitrata odia la política, (Premio de la Secretaría de Educación)
  • Omar y los demás, (Premio de la Secretaría de Educación y de Palermo, Italia)
  • Duarte: Fundador de una república, (Premio de la Secretaría de Educación)
  • Las extrañas presencias, (Premio de la Secretaría de Educación)
  • Bailamos ese tango, ( Premio de la Secretaría de Educación y cuatro Premios Casandra)
  • Por latinoamérica en 80 minutos, (Premiada en Texas con el Premio Newman Club)
  • El vuelo de la paloma, (Primer Premio Del Ateneo Dominicano) *La broma del senador, (Premiada en Bélgica en 1965 y 1980 y Premio El Dorado)
  • La hora del regreso, (Premio de la Secretaría de Agricultura y de la Secretaría de Educación)
  • Anita en busca de la bondad, (Premio de la Secretaría de Educación en el Certamen de Teatro Infantil)

Premios y reconocimientos nacionales e internacionales

  • Premio "Newman Club" otorgado por la Universidad de Texas (1956) por su labor de confraternidad estudiantil.
  • El Premio "El gran dorado", como el artista más sobresaliente del país en 1977, otorgado por los críticos de arte dominicanos.
  • Premio "La antorcha de oro", otorgado en 1983, por los críticos de arte y periodistas europeos en Palermo, Italia.
  • Premio "Ace", otorgado por los periodistas y críticos de arte de New York por su contribución al desarrollo del teatro latinoamericano.
  • Condecoración del Presidente Joaquín Balaguer (1989); Orden Cristóbal Colón, grado de Caballero.
  • Condecoración del Presidente Leonel Fernández (1997; Orden de "Duarte Sánchez y Mella" en el Grado de Comendador.
  • Premio de la Facultad de Derecho de la Universidad de Santo Domingo
  • Premio de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Santo Domingo 
  • En 2010 el Estado de Nevada (Estados Unidos) declara el 5 de Junio como "Día de Franklin Domínguez".

Del Arte al Artista entrevista a Franklin Dominguez

Reportaje de audiovisual realizado por Ana Núñez.

Primera parte



Segunda parte




Tercera y última parte



PREMIO NACIONAL DE LITERATURA 2003

Nota del autor: Adheriéndome a las celebraciones que se llevan a cabo durante todo este mes de marzo, y que culminan con las celebraciones del 27 (DE MARZO), declarado Día Internacional del Teatro, me animé a postear este texto que ya fue publicado en la revista de artes escénicas: El monstruo del entremés. (Lo que parió el Bobo). No.1. Año.1. Septiembre 2003; pp.32-33. Santo Domingo. El mismo da cuenta del galardón concedido a Franklin Domínguez como Premio Nacional de Literatura (2003), a la vez que ofrece una resumida panóramica de los hechos más significativos de la vida de este artista, hasta ese momento.
viernes, 5 de marzo de 2010


FRANKLIN DOMÍNGUEZ, Premio Nacional de Literatura (2003)

Por Jochi Muñoz

Mencionar el nombre de Franklin Domínguez es mencionar, sin dudas, el nombre de un hombre de teatro de cuerpo entero: dramaturgo (el más prolífico, representado y traducido de los dominicanos), actor (incluyendo radio, televisión y cine), director, productor, docente...

Natural de Santiago de los Caballeros (1931), donde organizaba veladas, demostrando ya, desde su infancia, una marcada inclinación hacia las tablas. Se traslada a la ciudad de Santo Domingo en su adolescencia, y tiene la oportunidad de presenciar una obra de teatro por vez primera, hecho que marca de manera indeleble el camino del que ya nunca se apartaría, escribiendo por ese entonces su primera pieza.

Ingresa, en 1947, a la recién fundada Escuela de Arte Dramático, dirigida por Emilio Aparicio, donde se gradúa en 1949. Junto con otros compañeros forma, en 1952, el Cuadro Experimental María Martínez.

Su intensa actividad teatral durante su juventud no hace que descuide la formación en otros campos del saber, ingresando a la Universidad de Santo Domingo, donde opta por el título de Doctor en Derecho. Posteriormente, asiste a la Universidad de Texas, donde estudia Dramaturgia con el profesor E. P. Conkle.

Astutamente, Domínguez ha sabido conciliar su intensa vida artística con la no menos agitada vida política. Llega a alcanzar en cinco oportunidades la posición de Director General de Información y Prensa de la Presidencia de la República, durante los gobiernos de Juan Bosch, Rafael Molina Ureña, Francisco Alberto Caamaño Deñó, Héctor García Godoy y Antonio Guzmán. Desempeña, en dos ocasiones*, la posición de Director General de Bellas Artes, durante la administraciones de Antonio Guzmán y de Leonel Fernández. Logra consolidar la actividad Marzo Teatral de Bellas Artes, que mantuvo en sus gestiones al frente de esta Institución.

De su quehacer artístico merece resaltarse sobremanera su rol de dramaturgo que, como ya señaláramos, es el de más basta producción local: alrededor de 70 obras teatrales, de las que se han representado más de 50; varias han sido publicadas, y de éstas, algunas traducidas al inglés, francés, chino, sueco y papiamento, y representadas en estas lenguas.**

Ha visto representar sus obras en numerosos países: Estados Unidos, Venezuela, Puerto Rico, Aruba, Bélgica, Mónaco e Italia. Con su obra La Espera, se inaugura el teatro del Stephen’s College, en Columbia; y la pieza Cuando los Héroes Quedaron Solos, es la primera obra dominicana presentada en nuestro Teatro Nacional.


Domínguez ha expresado en reiteradas ocasiones que su preocupación principal al escribir una obra es lograr una comunicación fluida con el público, para, de esta forma, poder atraparlo. Con este afán, estructura sus obras de manera asequible a todos, cuidando la calidad de los diálogos. Señala que en sólo tres casos el texto no ha estado al alcance de todo el auditórium. Así, de Omar y los Demás (que fue premiada en Italia), y del guión de la película La Silla, dice que el lenguaje es bastante filosófico, y de La Espera, que es muy denso.

En su oficio de dramaturgo, Domínguez ha abordado los más diversos géneros y fuentes temáticas. Así, transita con gracia por la comedia ligera: Mi Tía la Jamona, Que Buena Amiga es mi Suegra, La Broma del Senador; aborda la tragedia: La Espera, Omar y los Demás; se sumerge en el drama intenso: Los Borrachos, Los Actores, Bailemos ese Tango; de igual modo incursiona en el libreto para ópera: Anacaona; se solaza en escribir para la infancia: La Niña que Quería ser Princesa, Duarte entre los Niños; hace teatro musical: Solano, El Vuelo de la Paloma; ha hecho adaptaciones de novelas históricas: El Masacre se Pasa a Pie (de Freddy Prestol Castillo) y Los Carpinteros (de Joaquín Balaguer).

Un punto a resaltar, de vital importancia en su variopinta producción, es el hecho de haber sabido armonizar su doble condición de hombre de teatro y hombre de política. De este modo, tanto de sus demonios personales fruto de vivencias de determinadas situaciones socio-políticas, como los de los vaivenes de los cargos gubernamentales que ha ocupado, saca materia prima para componer sus piezas. Especial mención merecen dos de ellas; en primer término, Espigas Maduras, escrita en 1958 a su regreso de Texas, ofrece al auditórium un retrato metafórico de la dictadura de Trujillo: Un padre tiránico que tiene aterrorizados a sus hijos, y del cual sus amigos y relacionados se van alejando. Con unos diálogos atrevidos para la época, los hermanos se confabulan para lograr la eliminación física de su progenitor.

La segunda obra, Se Busca un Hombre Honesto, trata sobre el derrocamiento de Juan Bosch (1963), en la que se ataca abiertamente a los golpistas y se denuncia sarcásticamente las consecuencias de esa acción. Esta pieza se estrena en los días del golpe, y con ella se inicia Domínguez en la sátira política, teniendo su secuela con Campaña Electoral, Se Busca un Hombre Deshonesto y Colón, Agua y Apagón.

Innumerables han sido los reconocimientos y premios recibidos por Domínguez a lo largo de su carrera como dramaturgo, tanto en el país como en el exterior, pero en estas cuartillas sólo mencionaremos uno: el Premio Nacional de Literatura 2003, otorgado por la Fundación Corripio y la Secretaría de Cultura. Con el mismo no solamente se reconoce, con toda justicia, la labor de vida de este hacedor de teatro, sino que la presea connota también un reconocimiento al teatro dominicano en sí, y por ende, a todos aquellos hombres y mujeres que por décadas han dejado su piel en el escenario y tras bambalinas, al ejercer el oficio de actor, de técnico y/o de producción, como en las aulas, al ejercer el oficio de forjadores de los talentos de “cada entonces”. Y en Domínguez vemos la suma de esos esfuerzos.
__________

*En la actualidad ocupa esta posición por tercera oportunidad.
** Datos vigentes hasta la fecha de publicación del texto en la revista El Monstruo del entremés, en 2003.




FUENTE: Hoy conocí el mar

Entre lo universal y lo nacional

martes, 12 de junio de 2012

LA OBRA DRAMÁTICA DE FRANKLIN DOMÍNGUEZ, ENTRE LO UNIVERSAL Y NACIONAL

Por Gilda Matos 


 FRANKLIN DOMÍNGUEZ,dramaturgo dominicano, latinoamericano y del mundo. Sus obras tienen la grandeza de reunir rasgos de identidad y universalidad a la vez. En ellas se encuentran personajes, temas del teatro clásico comprensibles a la realidad cotidiana del entorno caribeño y latinoamericano, llenando de risas, razones y sentimientos al público teatral de las últimas cuatro décadas.

 Su sendero dramático lo inicia con valentía desafiante y sueños de libertad, desde muy joven, a los 23 años durante el régimen trujillista, tiempo difícil en que paso a paso abre una carrera exitosa que hoy enorgullece a toda la nación dominicana. Su identidad con los mejores valores de la nación se irradió en toda su escritura: los mártires, héroes y quienes les adversan, forman partes de los personajes que caracterizan muchas de sus piezas, las cuales en el transcurso del tiempo se han convertido en testimonios históricos de las luchas y conflictos de los primeros siglos y épocas relevantes de la nación, después de la fundación de la República.


 Lo dominicano se convierte en esencia para el argumento de sus obras y los rasgos psicológicos de sus personajes revelan la idiosincrasia y el pensamiento de los habitantes de la Isla La Española, aspectos que forman parte de todas sus creaciones, tal como se refleja en “Se Busca un Hombre Honesto”, pieza teatral que ha conservando vigencia durante más de cuarenta años desde su estreno, donde los personajes reciben por nombre Todo Para Mi, Todo para Nadie y Todo por la Fuerza. 


El autor conoce más que nadie nuestra peculiar manera de hacer política y ver el mundo y por ello satiriza los personajes, prototipos del ámbito socio- político. 


 En su humor, se revelan y focalizan como rayo de luz los males de una sociedad que precisa evolucionar hacia un mejor desarrollo ético y moral.


 El carácter universal de sus obras es una de sus más notables virtudes, en las que se destaca el extraordinario dominio de las unidades aristotélicas heredadas del teatro clásico (acción, tiempo y espacio). No obstante, cuando se requiere, el autor las transgrede de forma innovadora en muchas de sus piezas, como en el caso del monologo “El Último Instante” donde da un manejo inusitado a estas unidades. 


Noemí, el personaje central de la obra, recorre la acción dramática de modo análogo en el pensamiento, motivo por el cual, en la representación es posible mezclar el tiempo y el espacio de forma ingeniosa. No es casual el hecho de que este monólogo haya sido traducido a más de cinco idiomas y montado en varios continentes, quizás debido a este atributo. 


 En su tránsito de medio siglo por la escena teatral, Domínguez ha desarrollado una vasta experiencia, no sólo como dramaturgo, sino también como actor, productor y director, que lo hace conocedor de las intríngulis del teatro, condición que se ve reflejada en sus textos a través de su gusto por la riqueza de acotaciones, aspecto orientado a facilitar el trabajo de las puesta en escena de sus obras. 




 Las fibras sensibles y testimoniales de su vida en el arte teatral lo llevan a plasmar en sus dramaturgias las vicisitudes y trampas del destino de los actores y actrices del teatro.   


 En “Los Borrachos”, cuenta el infortunio de muchos de los protagonistas de la escena y la soledad que los acecha, como puede apreciarse en el personaje de Débora, quien vive en aislamiento y frustración, anhelando el éxito que nunca tuvo. 


 Su trayectoria está marcada por la adopción de diversas líneas temáticas, como las políticas, históricas, sociales, familiares, patrias, costumbristas, folklóricas y de género lo que le ha dado riqueza y pluralidad a sus producciones dramáticas que se cuantifican aproximadamente en una centena de obras. La misma variedad se expresa en cuestiones de estilos y géneros, siendo un excelente cultor del drama, la tragedia, la comedia, la sátira, tragicomedia, farsa, ópera y teatro musical.


 Franklin Domínguez es un verdadero comunicador, un autor que de manera sencilla comunica ideas profundas, residiendo precisamente en esta facultad la grandeza de su obra, tal y como él mismo lo expresa: “Un teatro que no comunique algo, es un teatro vacío, un teatro llamado al olvido desde el momento mismo en que se cierran las cortinas o baja el telón”. Para el autor, la acción dialógica es fundamental en el texto y el espectáculo teatral.


 El sentido de universalidad en el teatro de Domínguez lo expresa en la visión que posee de la dramaturgia “el lenguaje debe ser, además de creíble, bien claro, natural, espontáneo, con un gran sentido de universalidad, para que todos, sin importar idiomas ni fronteras, lo disfrutemos igualmente como propio”.


 El autor dominicano muestra al mundo nuestras historias, pensamientos e ideas con un alcance cosmopolita en el estilo, lenguaje, personajes y estructura dramática, que le hace merecedor del grado y estatura de universalidad frente al mundo.


Fuente: Visión del Arte

Conferencia "Como se escribe una obra de Teatro"


El dramaturgo Franklin Dominguez dictó el sábado 3 de julio de 2010 a las cinco de la tarde la Conferencia: "COMO ESCRIBIR UNA OBRA DE TEATRO"

A continuación el texto de la misma... ¡Disfrutenla!

EL LENGUAJE DEL TEATRO
Y COMO ESCRIBIR UNA OBRA TEATRAL


Distinguidos amigos e invitados:

El lenguaje ha sido considerado como una de las maravillas que dan testimonio de la genialidad y capacidad creativas y determinantes del ser humano, porque a través de él ha conseguido no sólo buscar sino también lograr la formulación y comunican de toda su variada y enriquecida interioridad. Primero a través de sonidos simbólicos y, al avanzar, consiguió signos gráficos que expresaran el sonido y lo que los sonidos querían expresar, surgiendo así la palabra oral, ese sonido o conjunto de sonidos que formulan una idea y asimismo la palabra escrita, que es la representación gráfica de la palabra oral. ¡Se produce el gran milagro, la gran transformación, que habla de la grandeza creativa del ser humano!

Teniendo palabras a su alcance el hombre creó la articulación de ellas para así poder decir y comunicar no sólo sus simples aprehensiones -como señala Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez al referirse enjundiosamente a este tema- “ sino también sus juicios, sus valores, sus análisis y (algo muy importante para nosotros que trabajamos con el teatro) sus emociones, apareciendo así el lenguaje. Surgieron así las lenguas”, haciendo notar que el lenguaje escrito no siempre se dio: fue siempre posterior al lenguaje hablado.

Y es, precisamente, al través del lenguaje que el hombre expresa y manifiesta lo que piensa, siente o desea. En fin, aspira y pretende comunicarse. Decir y comunicar algo es importante en el teatro y casi podríamos decir que un teatro que no comunique, que no formule preguntas e interrogantes, que no deje una inquietud en el público, aunque se trate de una comedia, una obra infantil, una sátira política, no cumple su principal función, la de en cierta forma, educar, contribuir a la utilización del idioma para mejorar al ser humano, social, moral y espiritualmente.

Un teatro que no comunique algo, es un teatro vacío, un teatro llamado al olvido desde el momento mismo en que se cierran las cortinas o baja el telón. Con razón el gran académico español, don José María Pemán, en discurso pronunciado, el 24 de octubre de 1959, en el Instituto de España, reunión de todas las Academias que “se creó con un claro propósito de superación de especialismos y aparcamientos científicos, con un deseo que correctamente podemos denominar “enciclopedista’, de conformar ciencias y letras, lograr visiones sintéticas y obtener, como saldo final, directrices eficaces y esclarecedoras sobre esa suprema ocupación del hombre que llamamos Cultura”, concluyó su conferencia señalando que “el teatro universal pregunta insaciablemente. Sartre pregunta qué es el hombre y la vida, Miller, qué es la civilización técnica que nos rodea , Brecht, por qué la guerra. Priestley, por qué el tiempo, Ionesco, por qué la lógica?”

Cada género literario, la novela, el cuento, la poesía, el teatro tienen su forma propia de exponer y transmitir sus ideas y desarrollar la historia que quieren narrar. La NOVELA tiene el privilegio de poder extender, al través de sus páginas, el desarrollo de su trama que puede abarcar varias historias diferentes que suelen interrelacionarse entre sí, y exponer al lector los detalles que define el carácter de los diversos personajes y determinados lugares y circunstancias a través de una minuciosa descripción de sus aspectos más importantes, de su historial, sus antecedentes y proyecciones, sus acciones y movimientos. En el CUENTO, largo o corto, puede ocurrir lo mismo, con las limitaciones propias de la historia, casi siempre única, que se cuenta y del final inesperado e insospechado, novedoso, impactante, que es, generalmente, su mayor atractivo y depende mucho de la experiencia y habilidad narrativa del escritor. En la POESÍA, que es mas bien arte de componer obras poéticas, libre o sujeta a una métrica, se expresa el genio inspirado propio de cada poeta, ya sea a través de baladas, de églogas, elegías, liras, madrigales, odas, sonetos, trovas, poemas, himnos o epopeyas, de acuerdo con su inspiración artística.

En el TEATRO el diálogo —aún en el monólogo, monodrama o soliloquio, donde el intérprete único habla, en cierta forma, con el público— es un elemento muy importante, y constituye la forma normal de expresión y de comunicación del dramaturgo. Mi amigo y estudioso de mis obras, el profesor Daniel Zalacaín, de la Seton Hall University de Staten Island, Estados Unidos de Norteamérica, en ocasión de hacer un valiosísimo y profundo análisis de mi monologo para una actriz, “El Ultimo Instante” se valió de los términos “mimético” y “diegético” usados por la semiótica teatral para diferenciar el espacio dramático en el escenario del espacio dramático fuera del escenario y cita a Michael Issacharoff señalando que “en el teatro, el espacio mimético es el que se hace visible al público y es representado en el escenario. El espacio diegético, por otra parte, es descripto, es decir, que es referido por los personajes¨. Daniel Zalacaín entiende que además del personaje mimético (Noemí, el único personaje en escena) quien sirve de voz del discurso y que aparece físicamente en escena, el dramaturgo se vale de representación de entes articulados y no concretos (Leoncio, Tomasito, el sacerdote, el señor del auto, sus amigas Anita, Ligia y Rosaura, el policía, los marineros extranjeros, la casera) a los que calificaremos de personajes diegéticos, Estos sirven de interlocutores y crean la ilusión del DIÁLOGO, pero nunca aparecen físicamente en escena. Pero el diálogo por sí mismo no es teatro, como no es teatro los Diálogos de Platón o los intentos dramáticos de nuestro gran poeta e inolvidable amigo Franklin Mieses Burgos que, como ha escrito Federico Henríquez Gratereaux, “realizó tres intentos de llevar la poesía al escenario. Nunca pretendió hacer verdadero teatro”, agregando que Mieses Burgos “imaginó un teatro estático en el que fuera más importante la palabra que la acción. Es así como concibe “El Héroe”. Poema con intención escénica en dos sueños”. Es un poema, no propiamente un drama; tiene, desde luego “intención escénica y para el montaje del “primer sueño” recomienda una escenografia precisa, terraza con balcón y techo artesonado sujeto por columnas de puro estilo griego. Al fondo , la silueta de una ciudad en llamas y gritos de enardecidas muchedumbres que se escuchan perdidos a lo lejos. MELANDRA aparece en el balcón, irguiéndose solemne levanta u brazo y señala al fondo de la escena”.

MELANDRA
¡Contempla, amiga mía! Es esto lo que queda.
Después que la terrible palabra de los dioses
Cayó sobre nosotros. Ahora sólo falta
La furia del pillaje devastador, seguido
De la triunfal entrada de los conquistadores.
Hasta ayer aquí hubo palacios y jardines
Que fueron el deleite de los ojos del mundo
Por su noble hermosura y su regio esplendor.
Ahora sólo queda desolación y ruina.
Despojos miserables de un pueblo que vencido
Ya duerme sobre el polvo de sus propias cenizas
Caído para siempre como una maldición.

Y luego de un largo discutir interviene CRITIS, la amiga, y todo se convierte en un diálogo discursivo muy hermoso y bien construido. Pero todo esto solo no hace el drama, el TEATRO, que para expresarse tiene sus reglas, claras y precisas, inspiradas en los principios aristotélicos, pero enriquecidas por las técnicas de grandes maestros de la dramaturgia universal. “El Héroe” pudiera ser un magnífico espectáculo poético o de poesía coreada para el grupo coral CALÍOPE, POR EJEMPLO, QUE HA HECHO de la declamación coreada muy bellos y emotivos eventos.

Distinto es el caso de nuestro gran poeta Héctor Incháustegui Cabral con su libro MIEDO EN UN PUÑADO DE POLVO , que incluye sus tres obras teatrales PROMETEO, FILOCTETES E HIPOLITO, logró según algunos, su mejor poesía, utilizando un dialogo teatral intenso en ocasiones, vibrantes en otras, y en gran parte sujeto a las exigencias de las reglas dramatúrgicas, logrando en muchas de sus escenas y textos transmitir acción física que mantenían el suspenso y provocaba auténticas emociones inenarrables al público. Aun en sus largos párrafos, la narración del actor por sus implicaciones dramáticas, mantenía el interés del público. Había, ciertamente, muçha accción en eil texto. Citamos, de su obra Hipólito, un resumen de esta escena final en que TESEO enfrenta la muerte de su hijo y de su esposa FEDRA y se lamenta frente a su enfermera Ana y advertiremos cuanta acción hay en su texto dramático, trágico

TESEO
¡No, ANA, quédate aquí!
¿Intentas acaso abandonarme
Entre dos muertos que maté.
Dos muertos acusándome de un crimen
Del crimen de buscar más de lo debido...
ANA, borra esos muertos de mi cuenta; Esos muertos me cercan y lastiman:
Pídele a Dios que me perdone y los reviva.
Dile a Fedra que regrese;
Te prometo peinarla yo mismo cada noche.
Tráeme a Hipólito en seguida...
Discutiremos los problemas de la vida y de la muerte,
Sin dejar que la muerte me estruje el corazón...
ANA, abre la ventana.
Lo estoy oyendo subir por la escalera;
Quiero que mi padre, el viento, lo reciba
Que alborote suave sus cabellos,
Que pula sus metálicas pupilas.
Ana, abre pronto la ventana...
Viene despacio...
No, es mejor, déjala cerrada...
¡Oh, que horrible es esperar!
Apaga todas esas luces,
Fedra, tú sabes, las repele...
...Si no hubiera tanta luz ya habría llegado...
Cierra bien las puertas,
Primero la que lleva a la escalera.
Ciérrale a Hipólito el camino.
Ahora cierra pronto la de Fedra,
Quiero engañarme
Saberme acorralado no por los muertos que me acusan
Sino por dos puertas que he cerrado.

Y de pronto, se escuchan repetidos toques a la puerta; Teseo se vuelve a ella, enloquecido casi ante la mirada absorta y asustada de su enfermera, y con su voz se impone, mezclándose casi con los toques que lo apremian.

Son los vivos asustados,
Mira su baba por debajo de la puerta.
Que se rompan, que sangren sus nudillos,
Vienen con sus asquerosas lágrimas fingidas
A mostrarlas y a ablandarme,
¡Cuando espero que Dios me dé la fuerza.
Para ganarme a mí mismo la partida!
Sentémonos, Ana, estoy cansado.
Vamos a esperarlos mejor en confianza,
Aquí. Si aquí, en esta casa que es de Dios
Y que Dios ha visitado.

Indiscutiblemente que en Incháustegui Cabral hay un poderoso dramaturgo en verso, como lo fue Javier Angulo Guridi con su Iguaniona. Es un orgullo reconocer que en la República Dominicana tenemos muy buenos poetas que han utilizado el lenguaje teatral para expresarse, con un buen dominio técnico, producto de su vasta cultura; otros, además de esta preparación, por su experiencia como actores y directores, sin necesariamente recurrir al verso sino a la prosa. Entre ellos tenemos que destacar a Manuel Rueda, Máximo Avilés Blonda, Iván García, quienes no una sino varias veces han dado a conocer en la escena sus valiosísimas obras teatrales con gran acogida del público y de la crítica.

En la escena universal, además de los grandes clásicos tradicionales que utilizaron el verso, contamos con la imponente presencia de Federico García Lorca, el granadino que revolucionó la escena española y la proyectó hacia el mundo. Nuestro infatigable y laborioso Director de la Academia, don Bruno Rosario Candelier, para quien los días parecen tener cuarenta y ocho horas de trabajo constante, señala que Federico, como le llamamos respetuosa y cariñosamente, “vivía en comunión con las cosas y los elementos” y quería un canto que fuera “el alma de las cosas y al alma de los vientos” y aprecia en él cinco maneras de asumir y expresar esas sensaciones primarias. Entre ellas, ,”la expresión caudalosa y estremecida de las emociones que sacuden el hondón de su sensibilidad”. Esa “expresión caudalosa” es la que encontramos en su hermoso Romance de la Pena Negra, que dedicó a José Navarro Pardo y donde el poeta utiliza el diálogo teatral y desparrama sus emociones poéticamente al narrar la aparición, en medio de la aurora, de Soledad Montoya:

Las piquetas de los gallos
Cavan buscando la aurora,
Cuando por el monte oscuro,
Baja Soledad Montoya.
Cobre amarillo, su carne
Huele a caballo y a sombra
Yunques ahumados sus pechos
Gimen canciones redondas.
-SOLEDAD, ¿por quién preguntas
Sin compaña y a estas horas?
-Pregunte por quien pregunte,
dime, ¿a ti qué se te importa?
Vengo a buscar lo que busco,
Mi alegría y mi persona.
-Soledad de mis pesares,
Caballo que se desboca
Ál fin encuentra la mar
Y se lo tragan las olas.
-iNo! No me recuerdes al mar
Que las penas negras brotan
En las tierras de aceituna
Bajo el rumor de las hojas.
-Soledad, ¡qué pena tienes,
Que pena tan lastimosa,
Lloras zumo de limón
Agrio de espera de boca.
-‘ Que pena tan grande!
Corro mi casa como una loca
Mis dos trenzas por el suelo,
De la cocina a la alcoba,
¡Que pena, me estoy volviendo
de azabache, carne y ropa.
¡Ay, mis camisas de hilo!
¡Ay, mis muslos de amapola!
-Soledad, lava tu cuerpo
Con agua de las alondras
Y deja tu corazón en paz,
Soledad Montoya.
Por debajo canta el río
Volante de cielo y hojas
Con flores de calabaza
La nueva luz se corona.
¡Oh, pena de los gitanos,
Siempre limpia y siempre sola
Oh, pena de cauce oculto
Y madrugada remota.

Fue ese gran poeta el que estremeció la escena española y al mundo con su teatro, no obstante pequeñas deficiencias técnicas en su construcción, y quien aportó a la escena mundial personajes que, coma Bernarda Alba, han sido modelos de extraordinaria concepción a seguir. Es preciso insistir en que no obstante su intención, el verdadero y auténtico teatro, va más allá de hermosos versos, de un buen tema, de que se plantee un argumento de gran interés a mayor fuerza de expresión, de diálogos inteligentes, de caracteres bien trazados. Es todo eso y mucho más. Se necesita al mismo tiempo que haya la INTUICION de cómo bien manejar todos estos elementos y cómo bien planificar y organizar el orden en que se desarrollarán las escenas de cada acto; cómo crear y detallar convincentemente los caracteres o personajes de la obra de tal forma que se logre la magia teatral. Será muy difícil a un escritor lograr comunicación con el público si carece de esta condición innata, de este INSTINTO. Es en esta habilidad natural, que no puede enseñarse en ningún curso de dramaturgia, donde reside muchas veces el éxito o el fracaso de una exposición teatral. De seguro habremos escuchado a muchos decir “el tema es interesante, pero se le escapó de las manos al autor” o “la obra es interesante pero no logra convencer o impactar, es confusa”. En el fondo de estas aseveraciones simplemente se encuentra la ausencia de ese instinto dramático que pudo haber conducido con habilidad natural la mente del autor en la organización de su trabajo.

El lenguaje teatral, para expresarse convincentemente, debe obedecer a reglas que reclaman, para crear y mantener permanentemente el interés del público, de una EXPOSICION CLARA, de PLANTEAMIENTOS PRECISOS. de una CONCATENACION DE ESCENAS que creen INTERES Y GENEREN SUSPENSO, EXPECTATIVA; DE CRISIS DRAMATICAS que originen y desemboquen en otras crisis que den continuidad y siempre HAGAN AVANZAR el desarrollo de la acción a través del DIÁLOGO y las SITUACIONES CONFLICTIVAS, y que culminen en un CLIMAX como respuesta final a todas las crisis planteadas a lo largo de la obra. En todo momento, el público debe estar haciéndose preguntas: “,Y ahora qué va a pasar?”“,Cuál salida queda?”“,Qué viene ahora’?“ ,Se complicó el problema?”. Y esto sin olvidar que los CARACTERES o PERSONAJES deben ser convincentes, auténticos, para que el público los vea como tales. El teatro, aparte de educativo es recreación y debe satisfacer plenamente a un público que viene al teatro en espera de ser cautivado desde el inicio mismo de la acción dramática. sea ésta comedia, drama o tragedia. Kenneth McGowan nos recomienda siete palabras básicas que asegurarían el logro de interés de una pieza teatral en la audiencia y son las siguientes:

EXPOSICIÓN:asuntos que, ocurridos en el pasado, el público necesita conocer para comprender mejor la obra y sus caracteres; PREPARACIÓN: asuntos del pasado o del presente que deben ser planteados previamente a fin de que en el momento preciso produzcan determinado efecto con naturalidad y efectividad;

COMPLICACIÓN
: un hecho o un carácter, que ya ha sido planteado en la obra, se presenta para adelantar el argumento y aumentar el suspenso;

SUSPENSO: preocupación por la posibilidad de un conflicto y acerca de sus consecuencias; CONFLICTO: tensión entre dos o más caracteres que lleva a una crisis menor o mayor o a un clímax; CRISIS: el desarrollo mayor o menor de un conflicto; y

CLIMAX: el punto más alto de una serie de crisis.
En la dramaturgia hay cosas que pueden aprenderse y otras que no pueden ser enseñadas. Será difícil enseñar cómo escribir buenos diálogos, cómo descubrir o hallar buenos argumentos, cómo crear caracteres, cómo decir algo importante, cómo desarrollar crisis, conflictos, obtener un buen clímax, usar complicaciones dramáticas que provean suspenso. Pero sí se puede orientar, cuando el escritor posee la INTUICIÓN DRAMÁTICA necesaria para escribir teatro, con algunas reglas que facilitarían el trabajo del autor y lo ayudarían a. ganar tiempo en su trabajo, tales como: lograr una buena exposición mediante el planteamiento de cosas del pasado, el “background”, como dicen los norteamericanos, que el público necesita conocer para comprender mejor los caracteres y el argumento de la pieza; la preparación de escenas, caracteres o detalles para que, en el momento preciso, produzcan el efecto que deseamos; la eliminación de lo superfluo en una obra, que pueda restarle unidad emocional.

Hemos sido testigos de montajes teatrales frustratorios donde buenos actores se deslucen por la baja calidad de la construcción dramática de la pieza. En cambio, muchas obras bien construidas, técnicamente hablando, siguiendo las reglas que reclama la acción dramática, son bien recibidas por un público, aunque el tema planteado no revista mucho interés.

No hay que olvidar que el teatro se escribe para un público. Louis Jouvert lo ratifica al señalar que “ningún trabajo dramático es válido a menos que encuentre un público que lo escuche y lo haga vivir, ya que es el público el objeto y razón para el trabajo dramático y esto impone. al teatro la necesidad de dejar satisfecho a ese público; aunque para algunos esto huela a comercio”. Pero, indiscutiblemente, el objetivo principal de una obra debe ser crear una reacción emocional favorable en el público, satisfactoria aún cuando se trate de una tragedia.

A las siete palabras que Kenneth McGowan señala para garantizar que una obra pueda tener éxito, yo les agrego la laboriosa concepción y elaboración de los CARACTERES, de los PERSONAJES. Luego de la planificación del orden de las escenas, que debe ser cuidadosa, procedo a crear a cada personaje una historia, ese “background” que dicen los norteamericanos, a fin de configurarlos mejor y definirlos con caracteres propios. Es lo que hacía Enrique Ibsen con tan buenos resultados para la configuración de sus maravillosos caracteres que, en cierta forma, han sido decisivos para contribuir a la perdurabilidad de sus obras a través del tiempo. La NORA de Casa de Muñecas, que marcó pautas a la liberación femenina y creó un gran revuelo en el mundo, así como JUAN GABRIEL BORKMAN, y los otros muchos personajes de sus obras, son modelos a seguir para la elaboración de las grandes caracterizaciones con que todo buen actor, hombre o mujer, sueña.

En general, no me gustan los sirvientes ni los niños en mis obras, a menos que tengan algo importante que hacer en ellas, como ocurre con la Sirvienta en mi comedia Juego de Canastas, o con los niños de mis obras infantiles Duarte entre los Niños, Los Papas no hacen Milagros, Anita en busca de la Bondad y la rompetaquillas, La Niña que quería ser Princesa. Trato siempre de eliminar todos los personajes que no aporten nada importante al desarrollo de la trama y tal como hacía Ibsen, me gusta comenzar las obras en aquel momento crucial en que ya el conflicto de caracteres está planteado y se avecina la crisis de una situación, en ese instante en que ya prácticamente sólo nos espera el climax del planteamiento general. Quizás ahora se comprenda mejor por que titulé una de mis obras mas conocidas como El Ultimo Instante escrita en el año 1958 y traducida a varios idiomas, hasta el chino; representada en la ciudad de Miami, en inglés y español, por cinco actrices diferentes al mismo tiempo; editada por el Fondo de Cultura Económica de México; adaptada al cine por el Indio Fernández; interpretada por dos actores en Colombia, aunque la obra es para una actriz, éxito de la actriz dominicana Monina Sola que fue quien la estrenó, aunque la escribí especialmente para la inolvidable compañera Zulema Atala; y de las actrices dominicanas Elvira Grullón, que revolucionó a la Universidad Catolica Madre y Maestra de Santiago con su interpretación, Cecilia García, que abarrotó la Sala Ravelo, y de Mayra Santiago que estremeció a Chile y a otros países suramericanos, bajo la dirección de Boris Stoicheff, que aplaudieron su trabajo artístico fuera de serie; así como por otras actrices dominicanas que enfrentado el reto del personaje Noemí, como lo hicieron, tarnbién a nivel internacional, la actriz puertorriqueña Luz María Rondón y 1a francesa María Lourties y que Daniel Zalacaín califica como “ el monodrama hispanoamericano más traducido y representado internacionalmente”.

Evito, asimismo, en todo momento, que mis caracteres sean portadores de consignas encaminadas a que el público adopte una determinada posición ideológica. Creo, más bien, como lo hace Bertold Brech en sus obras, que nuestra meta, aparte de mantener interesado al público —heterogéneo en sí mismo- es crearle “inquietud” acerca de los problemas que nos afectan, ya sean familiares, sociales o ideológicos. El teatro, visto así, debe ser mucho más que un medio de propaganda. Howard Lindsey escribió con mucho acierto lo siguiente:

“Si Ud. va a escribir lo que se llama una obra de propaganda, no. permita que ninguno de los caracteres de la obra se entere de en qué consiste la propaganda. Actúela, no hable de ella. En el momento que Ud. permite que un carácter sepa en que consiste la propaganda que usted trata de difundir, desde ese momento dicho carácter comenzaría a hablar y usted no podrá pararlo, y la obra se tornará inevitablemente autoconsciente”. Por su parte, Walter Kerr escribió que la mejor forma de destruir una obra es forzándola a probar algo, y Arthur Hopkins, en su libro ¿ Como es su segundo acto? da un prudente consejo: “En el teatro, dice, yo no quiero la emoción que surge del pensamiento, prefiero el pensamiento que puede surgir de la emoción”.
En la novela o el cuento, el escritor describe o narra personajes y acontecimientos con plena libertad que el lector puede darse el lujo de leer y releer; en el teatro, por el contrario, el dramaturgo debe plantear todo al través de sus personajes en escena, frente a un público, y hacerlo con naturalidad y claridad, procurando que, en solamente media hora,.. una hora, o dos o tres horas, de acuerdo con la extensión de la pieza teatral, el público recree y viva como real todo un mundo de informaciones, acciones dramáticas y emociones que describan un argumento que puede abarcar en su desarrollo, varios años de vivencias de sus personajes, como ocurre en el teatro griego, en las obras de - Shakespeare, Calderón de la Barca, O’Neill, Miller, en tantos y tantos: autores clásicos y modernos que se han envuelto con obras históricas o biográficas, como ocurre con mi obra Duarte Fundador de una República, en la cual, en dos horas y media, describo al público el ambiente que rodeaba a Juan Pablo Duarte a la hora de su nacimiento, su adolescencia, sus viajes al exterior, la fundación de la Trinitaria, sus amores, sus alianzas estratégicas con los haitianos para lograr entrenamiento militar y posiciones gubernamentales en los municipios de1 país, la lucha por la separación del país, la proclamación de la República, la guerra de separación de los haitianos, el enfrentamiento con Santana y su expulsión del pais, sus enseñanzas, sus ideales Y es que el DIÁLOGO está encaminado a avanzar la acción y el desarrollo de la obra. Cada nueva escena dramática está encaminada a enriquecer y adelantar la anterior para que, finalmente, podamos llegar a una culminación exitosa teatralmente.

Debe evitarse la repetición de lo mismo que se ha dicho en una escena anterior, para que la obra no se convierta en repetitiva y monótona, a no ser que apliquemos una enseñanza del Premio Nobel español, don Jacinto Benavente de que “en teatro las cosas tenemos que decirlas tres veces la primera, para que la entienda la mitad del publico, la segunda, para que la entienda la otra mitad, y la tercera, para que la entiendan ciertos críticos”. Por supuesto, este criterio de don Jacinto Benavente lo que hace es reforzar nuestra convicción de que, en el teatro, el lenguaje debe ser, además de creíble, bien claro, natural, espontáneo, con un gran sentido de universalidad, para que todos, sin importar idiomas ni fronteras, lo disfrutemos igualmente como propio y, sobre todo, sin petulancia necia que ha obligado a José María Pemán a decir que “muchos autores teatrales actuales dan la sensación de hablar frente a un mundillo de expertos, críticos y colegas”

Pero a ese almidonamiento de algunos autores también se agrega el de otros que, por ganar la risa fácil del publico, mancillan una obra teatral original con un vocabulario inapropiado y vulgar que altera el sentido artístico creador del autor. El académico y profesor Rafael González Tirado, en una publicación reciente, se queja, con razón, del lenguaje procaz o atrevido que primero afectó a la radio y ya se ha extendido a la prensa escrita. A estos señalamientos debía agregar que ese lenguaje ha llegado también a muchos programas de televisión cuyos productores creen que la vulgaridad gusta al pueblo, y lamentablemente también ha llegado a la escena teatral dominicana, no a través de los textos, sino de algunos directores y productores que saborean las llamadas malas palabras en sus producciones, olvidando que, como muy bien dice Gonzáles Tirado, “las sociedades deben crecer en desarrollo económico y en superación moral y espiritual”. Yo, particularmente, como autor dramático, alardeo de no haber tenido necesidad de recurrir a la vulgaridad y a las llamadas malas palabras en mis más de setenta obras teatrales escritas, salvo en dos ocasiones que la palabra utilizada era la que ameritaba pronunciarse en ese momento crucial, y e! público no sólo así lo esperaba y entendía sino que, al escucharla, aplaudía calurosamente. Nos referimos a la palabra pronunciada por el Fiscal cuando escucha la sentencia del Juez que devuelve todos sus bienes a los colaboradores de la tiranía trujillista en mi sátira Tribunal de Confiscaciones y a la que pronuncia el homosexual en Lisistrata Odia la Política cuando, después de una ardua lucha para conseguir que los homosexuales apoyen a las mujeres contra los hombres en su huelga sexual para que dejen la política y se entreguen a ellas, éstas le dicen que ya la huelga terminó y que vuelven con sus maridos.

El lenguaje del teatro debe ser todo lo contrario de la definición de. algunos de la filosofía como “forma de explicar las cosas sencillas con palabras difíciles”. Antón Chejov, ese ruso universal, solía decir que amaba el “vaudeville” y recomendaba que se escribiera con lenguaje poderoso pero “simple”, para ser comprendido por el público. Y así debe ser. Debemos acercamos en vez de alejamos a través del teatro En vez de utilizar un lenguaje provincial o regional, coloquial, de un pueblo, nación o raza, que nos obliga a investigar su significado, debemos utilizar el lenguaje literario que, como bien señala el Cardenal López Rodríguez, añade a la lengua “un halo de belleza y un aire da distinción. Es la lengua hecha arte. Transmite y agrada. Comunica y admira. Informa y emociona. Enriquece y transporta”. Con ello no estamos negando el valor de un teatro provincial o regional, tan frecuente en nuestros países, sino planteando las dificultades de comunicación y comprensión que generalmente plantean cuando se utilizan pronunciación y vocablos que son propios de ciertos límites geográficos y el por qué otro tipo de teatro popular, como el de Lope de Vega o de Chejov, penetra fácilmente en amplios espacios del planeta. Al hablar el lenguaje teatral, como dice Chejov, debemos “ser simples” y no debemos llamamos europeos, asiáticos, africanos, norteamericanos o latinoamericanos, etc. sino “seres humanos”, circunstancialmente colocados en puntos diversos del globo terráqueo pero con sentimientos similares que podemos compartir. En fin, “entes universales”. Esta concepción me da una respuesta positiva de por qué mi teatro ha podido trascender y ser disfrutado fuera de las fronteras dominicanas. Mi monólogo El Último Instante fue editado en la China Continental. Mi drama El Encuentro fue editado en Taipei, Taiwán. Mi comedia La Broma del Senador fue editada y representada en Francia,. representada asimismo por cinco grupos teatrales en Bélgica ganando el Premio Art et Plaisir, y representada en Sri Lanka, en Africa; mi drama Omar y los Demás ganó el Premio Diego Fabbri en Palermo, Italia; y mi obra Un Amigo Desconocido nos Aguarda fue transmitida por emisoras de Francia y de Suiza en interpretaciones de actores de esos países, todas ellas traducidas al francés por mi traductor y representante belga Hemi Premont, sin dejar de mencionar que en cuatro ocasiones he representado mis comedias Mi Tía la Jamona, Qué buena Amiga es mi Suegra, Bailemos ese Tango y otras más en el Repertorio Español de la ciudad de New York ante un público compuesto en su mayoría por extranjeros que las disfrutaban y abarrotaban el teatro cada noche, y que me permitió ganar el Premio ACE de los cronistas de espectáculos de New York en tres ocasiones, aparte de haber asistido con mis obras a cuatro festivales en Aruba, donde los actores arubianos también representaban en su dialecto otras obras mías en cada festival, como es el caso de la obra Droga y haber recorrido en gira teatral, :varias ciudades de México, Venezuela con mis obras Los Borrachos, Bailemos ese Tango, Juego de Ajedrez y Tambores y Castañuelas, ésta última representada en el principal teatro del Principado de Mónaco, el Teatro Garnier, de la Princesa. Se consagraban así piezas no exclusivamente como teatro dominicano sino como un teatro que llegaba a todos, sin limitaciones fronterizas ni de lenguas.

Por todo esto, defiendo la propuesta, firmemente convencido, de que el teatro debe ser creador de “inquietudes”, un motivo para alertar las conciencias, no para adoctrinar en tal o cual sentido —misión que corresponde a los tratados religiosos o políticos- y de aquí que el planteamiento de nuestra realidad como latinoamericanos debe ser motivo muy importante para ser seriamente tomado en cuenta al escribir y hacer nuestro teatro, pero sin perder de vista que el teatro auténtico, el auténtico teatro —el que perdura y sobrevive— no debe ser circunstancial ni necesariamente local, sino principal y esencialmente permanente en su mensaje, tan universal y humano que, como el de los griegos, el de Shakespeare, Moliére, Ibsen, Tennessee Williams, Miller para tomar algunos ejemplos, traspase fronteras, venza las barreras de razas e idiomas y sobreviva al tiempo por su logro como creación artística.

Franklin Domínguez
Academia Dominicana de la Lengua
Santo Domingo, Ciudad Colonial, sábado 3 de julio 2010



Curriculum de FRANKLIN DOMINGUEZ

Nacido en Santiago de los Caballeros, el 5 de junio del 1931, Franklin Domínguez es dramaturgo, director teatral, licenciado en filosofía, abogado, actor,
productor de radio, cine, televisión, maestro y político. Además, Miembro de Número de la Academia Dominicana de la Lengua y Miembro Correspondiente de la Academia Española

Es el más prolífico dramaturgo dominicano de toda la historia y ha destacado por sus raíces de dominicanidad haciendo muy grandes aportes, a través del teatro durante 50 años ininterrumpidos de labor. Ha sido Director de Información, Cultura y Diversiones de cinco Presidentes: Juan Bosch, Molina Ureña, Coronel Francisco Caamaño Deñó, Dr. Héctor García Godoy y don Antonio Guzmán.

Ha sido Director General de Bellas Artes en tres ocasiones y Presidente de la Sociedad de Autores y Compositores Dramáticos de República Dominicana, y miembro adherente de la similar Sociedad de París.

Su producción dramática es abundante y abarca la comedia, la tragedia, la sátira política, el teatro infantil y el drama cotidiano.

En el 1979 recibió el Gran Dorado como el artista más sobresaliente del año y en 1983ganó el Accesit al Primer Premio en el Certamen Internacional de Dramaturgos Diego Fabri, celebrado en Palermo, Italia,con su obra “Omar y los Demás”. Ha obtenido el Premio Nacional de Teatro Cristóbal de Llerena en nueve ocasiones. En 1975 con "Omar y los demás", en 1979 con "Lisístrata odia la política", en 1983 con "Los borrachos", en 1986 con Drogas, en 1992 con Las extrañas presencias, en 1997 con "Bailemos ese tango", en 1998 con "Duarte, Fundador de una República", en 1999 con "La Telaraña del Poder", y en el 2003 con "Tú también morirás".

Ha representado al país en numerosos festivales internacionales de teatro: Montecarlo, México, Aruba, Santiago de Cuba, Venezuela, Puerto Rico, Nueva York, Feria de Frankfurt, Honduras, El Salvador, Panamá, y sus obras han sido publicadas en antologías de México, Canada, Bélgica, Portugal y China. Sus obras han sido representadas o radiodifundidas en todos los continentes, y varias de ellas han sido traducidas al inglés, francés, chino y ruso y trascendido internacionalmente.

Su teatro ha sido representado en escenarios tan importantes como el Teatro Garnier, de Mónaco, en el Theatre Royal du Gymnase, de Bélgica, en el Madison Square Garden, de Nueva York, en el Estadium Roberto Clemente de Puerto Rico, en el Teatro Nacional de República Dominicana, en el Teatro Nacional de El Salvador y en el Teatro Nacional de Honduras y en varias ocasiones en el Teatro Repertorio Español de New York.

En el 2003 recibió el Premio Nacional de Literatura, reconocimiento otorgado por el Estado Dominicano y la Fundación Corripio a la obra conjunta de un autor. En junio del 2008 recibió en Puebla, México, la Orden de Carlos V, declarándolo Dramaturgo Real. Ha sido ganador de 3 premios de la Asociación de Cronistas de Espectáculos de New York (ACE), y ha recibido reconocimientos del ayuntamiento y varios Congresistas y asociaciones culturales Norteamericanos en la ciudad de Las Vegas, Nevada, donde ha actuado y dictado varias conferencias.

En el año 2010 durante su visita a dicha ciudad de Las Vegas, el Estado de Nevada declaró el 5 de junio (fecha de su nacimiento) como el “Día de Franklin Domínguez”.

Asimismo en este año 2010 le fue dedicado el 2do. Encuentro Nacional de Teatro de las escuelas de Bellas Artes, con la participación de grupos teatrales de todo el país, representando sus obras. Además recibió diplomas de reconocimiento de la Benemérita y Respetable Logia Veritas y del Primer Festival Regional de Teatro de Santiago 2010, el cual develizó un mural con su rostro en la Avenida Juan Pablo Duarte, al frente de su local.

Más recientemente, el Colegio Sagrado Corazón de Jesús, Hermanas Mercedarias de la Caridad de Santiago le hizo un reconocimiento por su labor de difusión de las letras, y asimismo lo hizo el Centro de Excelencia Prof. Melba Báez de Erazo, del Municipio de Haina, por su inmensa labor como dramaturgo.

Sus obras más recientes son: “Ojalá Hoy Fuera Ayer” (estrenada en el 2009 en el Palacio de Bellas Artes; “Hostos”: El hombre que anhelaba una Patria”; “Prud’ Homme: La historia de una canción” y “Los Sueños de Lincoln”.



Galeria de fotos:

Publicado por Ofelia Berrido

FUENTE: Tertulia Letras de la Academia

Una noche con el teatro y Franklin Dominguez en NY

Una Noche con el Teatro Dominicano y Franklin Domínguez en NY

Written by ANDY SALAS   
Thursday, 28 April 2011 05:09


Profesor Franklin Domínguez. El Rey de bistec, Restaurant Caridad tiene el honor de invitarles a usted y sus amigos a compartir una tertulia amena y Cultural. Más bien un conversatorio con el Dramaturgo Artista Internacional Dominicano. Este jueves 28 de abril del 2011. Hora 8:00pm, Microfono abierto.
Tendremos Brindis y tragos de bienvenida a todos los asistentes.


Nació el 5 de junio de 1931 en Santiago de los Caballeros, República Dominicana. Aparte de su actividad en el campo de la política, el periodismo y relaciones publicas, publicidad y magisterio, es sumamente conocido en el país y a nivel internacional como autor y director, lo mismo que como actor de cine, radio y televisión.

Sus obras teatrales han sido traducidas al francés, alemán, inglés, portugués, al flamenco y al papiamento arubiano. Su teatro ha sido representado, radiodifundido y/o editado en Bélgica, Francia, Suiza, China, en algunos países de Africa, en Guayana francesa y en casi todos los países de América. Ha sido galardonado seis veces con el Premio Nacional de Teatro que cada año otorga la Secretaria de Estado de Educación, Bellas Arte y Cultos. Las obras galardonadas han sido Omar y los demás (1975), Lisistrata odia la política (1979), Los borrachos (1983), Drogas (1986), Las extrañas presencias (1992) y Bailemos ese Tango (1995).

Dentro de su vasta labor Franklin tiene escritas más de 65 obras teatrales de las cuales ha escenificado unas 45 en el país y en el extranjero. En 1983 Franklin Domínguez obtuvo el Segundo Lugar, a nivel mundial, en el Certamen Internacional de Dramaturgos Diego Fabbri celebrando de Palermo, Italia. En este certamen, donde participaron dramaturgos de todo el mundo, fue premiada su obra Omar y los demás. Sus obras teatrales Cuando los héroes quedaron solos, Duarte : fundador de una República y Solano (primera comedia musical dominicana) han implantado récords

de público, durante varias noches en el Teatro Nacional de su país, con capacidad para 1500 personas. En 1979 fue galardonado con el codiciado Premio El Gran Dorado al reconocérsele como el artista más sobresaliente del año. Es Presidente de la Sociedad de Autores y Compositores Dramáticos de su país y miembro adherente de la Sociedad de Autores de París. También es Presidente de la Unión Pro-Teatro. Sus obras El encuentro y El último instante (monologo para una actriz) han sido traducidas al chino. En Francia, en la Revista L’Avant Scene le publicaron las obras La Broma del Senador y Un amigo desconocido nos aguarda. La obra La broma del senador obtuvo dos premios en Bélgica en 1965 y en 1980.

Domínguez fue creador del texto de la opera dominicana Anacaona, con música del maestro italiano Adriano de la Rosa. También es el autor y director de la primera película dominicana de largo metraje La silla, filmada en 1963, acerca de la tiranía de Trujillo. Cultiva la sátira política , la comedia musical y el teatro infantil, destacando entre sus obras infantiles Las aventuras de Chachalaca y Pelón, La Niña que quería ser Princesa, Duarte entre los niño, Los papas no hacen milagros y Anita en busca de la bondad.

Como actor de cine ha intervenido en el cine mexicano, español e italiano. Con la BBC de Londres filmo en 1992 el documental New Worlds. Actuó junto con Katy Jurado, José Sacristán y Andrés García en la película Pantaleón y las Visitorias, de Mario Vargas Llosa, como el Coronel López. Para Venezuela actuó junto a Orlando Urdaneta como el Comisario en la película El crimen del penalista. Para el cine italiano ha filmado 14 películas junto a figuras internacionales como Van Johnson y Jim Mitchum, entre ellas El misterio de la tabla mágica, El hombre rata y en 1992, Rodríguez & Hornsby donde tiene un rol muy importante. Actualmente esta filmando la película “ Lemba ”, proyecto de Edison Pichardo.

Ha actuado en varias oportunidades en New York presentándose solo o con su propio grupo teatral, recibiendo elogiosas críticas. Allí obtuvo el Premio ACE de la Asociación de Cronistas de Espectáculos. También ha actuado en Mónaco, Texas, en Honduras, en Puerto Rico, en Venezuela, en Aruba y en Colombia, Missouri donde inauguró el Teatro de Stephens College con su obra La Espera. Actualmente es Director General de Bellas Artes de la República Dominicana.

En el año 1994 recibió del Presidente Balaguer la Condecoración de Cristóbal Colon, en el Grado de Caballero por su trascendental contribución al desarrollo artístico de la República Dominicana.
Durante sus 50 años de actividad artística interrumpida, ha dado paso en sus producciones a innumerables figuras jóvenes del arte que hoy destacan en el campo profesional.

Fue forjador de la creación del programa cultural “ Marzo Teatral de Bellas Artes ”que, desde hace 7 años dedica al Auditorim de Bellas Artes exclusivamente a presentaciones teatrales. Puso en ejecución su proyecto del Festival Nacional de Teatro, con la participación de todas las provincia, en marzo de 1997, con la efectiva colaboración del dramaturgo Iván García y extraordinario éxito.
Todos coinciden en que cuando se habla de teatro dominicano, en la dramaturgia, en la dirección, en la actuación y en la producción, necesariamente hay que mencionar el nombre de Franklin Domínguez de manera muy especial y preferente.

Con motivos de celebrar en 1997 sus 50 años de vida intelectual y artística se formo una comisión especial organizada de diversos homenajes de reconocimiento a su persona y a su obra que incluye Universidades, centros culturales, gobernaciones, ayuntamientos, etc.

La Comisión Permanente de la Feria Nacional del Libro designó con su nombre como Teatro Franklin Domínguez la Cueva de Santa Ana durante la celebración de la XXIV Feria del Libro.
Sus padres son Nemesio Domínguez Rojas y Sofía Hernández Peña de Domínguez (ambos fallecidos). Sus hijos Francisco Antonio Domínguez (actualmente residentes en New York) y su hijo adoptivo Julio Ricardo Margarín (fallecido). Del primero tiene dos nietos : José Francisco (de 14 años), Tiffany (de 4 meses) ; y del segundo también dos : Franklin Ricardo (11 años) y Francisca Libertad Margarín Almánzar (10 años).

Fuente: La Farándula